La Granja turística

Como hemos dicho no muy lejos, y 11 Kms de la Capital, se encuentra la localidad de La Granja de San Ildefonso, existiendo en ella, una hospedería regentada por monjes jerónimos, de forma cuadrada con patio central.-

El primitivo origen de esta localidad, parece que está en el accidente de caza que tuvo el Rey Enrique IV, y que ya relatamos, y como consecuencia mandara construir una ermita a San Ildefonso.- Luego una comunidad de monjes se establece en sus cercanías, y edifica una modesta “granja”, para retiro de sus componentes.

Por el comentario referido al destruido palacio de Valsain, ya sabemos que el nuevo rey FelipeV, ya visita estos lugares, y al parecer se enamora de ellos, pasando a comprar a la comunidad de monjes Jerónimos, la granja-hospedería que tenían aqui, con el fin de hacerse un lugar donde reposar cuando decide abdicar de la Corona, en su hijo Luis I.

Nunca este primer pabellón, tuvo la pretensión de ser un gran palacio, como hoy le vemos, porque el monarca, no tenía ninguna idea de reinar desde él,  ni traerse hasta aquí la corte.- Sin embargo el hecho luctuoso, como fue la muerte de Luis I, a los siete meses de comenzar su reinado, le hicieron volver al trono, y modificar sus primeras intenciones.

Sintiéndose bien en La Granja de San Ildefonso, y decidido a pasar largas temporadas, el primitivo pabellón, fue agrandándose, para recibir las visitas reales, y mantener las estancias de la Corte, hasta configurarse como hoy lo contemplamos, además, se construyen importantes edificios como el de “Infantes”,  “Canónigos”, “Guardia de Corps”, “Caballerizas Reales”, “Oficios”, “Casa de Postas” y otros varios, así como palacios de los nobles de su corte, de los que quedan  algunos, pareciéndonos el más significativo, la “Casa Baüer”, hoy convertido en apartamentos, o la “Casa de Animas”, antigua embajada americana.

Algo que tiene trascendencia en nuestros días, ya que ha sido una actividad que, creada igualmente en el reinado de Felipe V, y  aparte de los altibajos sufridos, además se ha potenciado, ha sido la Real Fábrica de Vidrio.

Sin olvidarnos de la Real Colegiata, anexa al edificio primero de palacio, y donde están enterrados Felipe V, y su segunda esposa Isabel de Farnesio.- Unicos reyes desde Felipe II no enterrados en El Escorial.

Pero volvamos al palacio, el Rey es nieto de Luis XIV, y ha nacido en Versalles, y seguro que piensa en algo parecido.- Nunca será nada igual, pero sí lo suficiente para que al Marqués de Lozoya le haga referirse a esta obra, como “la más grandiosa y expresiva del siglo XVIII”.- Además cuenta con una extensa finca en la falda de la montaña, e instala una enorme colección de fuentes, en medio de unos jardines mitad de estilo francés, mitad estilo italianizante que se impone en la época; sin olvidar que las dos esposas que tuvo, ambas fueron italianas, y que alguna influencia tendrían.

Para dotar de presión y fuerza al agua que debía britar de los caños de las repetidas fuentes, hace construir un imponente lago artificial en el parte más alta de toda la finca, y así se garantiza unos juegos de agua  impresionantes aun hoy, en el siglo XXI.

Luego el palacio, ha tenido épocas en las que entre sus muros se han desarrollado importantes acontecimientos de nuestra historia, y principalmente en el reinado de Fernando VII, como fue todo cuanto tuvo que ver, con la sucesión de su hija Isabel II, y la motivación de las guerras Carlistas.

El edificio es visitable con normalidad, los jardines tienen el paso franco todos los días, y las fuentes dejan ver sus juegos de aguas, en  tres fechas al año: San Fernando, Santiago, y San Luis (Patrón de la localidad), además de varios domingos, y otras  muy escasas, y señaladas.

Una curiosidad que no queremos dejar de apuntar, es que gustando Felipe II de estas tierras, parece que su primera intención, fue la de construir aquí el que iba a ser luego el Monasterio del Escorial, pero que existiendo en la Granja la Hospedería de los Jerónimos, y en Segovia, el Monasterio del Parral de la misma orden, no le pareció oportuno situar un nuevo cenobio tan próximo a los anteriores.